España
Puente de Génave, 1969
La Pintura es un Espejo Opaco, según la obra de Santiago Ydáñez La pintura es un espejo opaco donde la realidad se refleja por la mano y la mirada del pintor. Pensada de esta manera, la pintura se convierte en una herramienta dúctil, maleable, flexible ante y contra la realidad; mucho más en esta realidad contemporánea donde las imágenes conviven en plena armonía, mientras sus contenidos de desacralizan o solemnizan.
Establecerse como reflejo de la promiscuidad de imágenes con conviven en mi realidad occidental, post moderna, neo-barroca, iconográfica e iconoclasta; es lo que creo intenta hacer la Pintura de Santiago Ydáñez. Por ello, por su condición refractaria se permite el lujo de mezclar vírgenes católicas con turistas nórdicas en topless, bosques quemados con montañas nevadas, animales disecados con perros de caza, disfraces de fiestas populares con esculturas de santos, o animales exóticos cargados de fealdad y rareza con la extraña belleza de los insectos, las aves y los mariscos… todas, imágenes que convive en un mundo de sueños, pesadillas e impactantes destellos donde lo real habita.