Proyecto Comunitario
Hay tanto de mar y un poco de arena, la vida y su continuidad. Espacio personal, libre de peso, libre de medida y libre de tiempo. A través de ejercicios que reconocen el lugar interno que habitamos y la intimidad del pensamiento, se realizaron varios elementos imaginarios de la silla como tótem y lugar seguro. Estos ejercicios nos llevaron a las piezas finales. La silla como elemento funcional que en este caso parte del concepto de zafu o banco zen que nos recuerda la filosofía japonesa zazen, donde za es la posición del cuerpo y zen, la de la mente. El barro como elemento de la tierra que nos conecta con nuestra esencia y el mar que nos invita a fluir con la continuidad del pensamiento. Cada silla en barro fue elaborada desde el inicio con la fuerza y el peso de cada una de las participantes, sosteniendo el cuerpo y la mente;
reparando los fragmentos y juntando las partes para lograr la pieza final que alude al lugar y espacio seguro y que conecta por medio del océano pacífico, generando un diálogo directo entre dos culturas. Puerto Escondido-Buenaventura. Un mismo océano, diferentes miradas.
reparando los fragmentos y juntando las partes para lograr la pieza final que alude al lugar y espacio seguro y que conecta por medio del océano pacífico, generando un diálogo directo entre dos culturas. Puerto Escondido-Buenaventura. Un mismo océano, diferentes miradas.
