El fin de una era
Chavis Mármol
Febrero 2020
Fundación Casa Wabi presenta la última exhibición en Casa Santa María.
Chavis Mármol resuelve problemas formales a través de la escultura, su acercamiento creativo está siempre en movimiento, sin importar lo que produzca la solución de un problema o el entendimiento de la materia y sus diferentes manipulaciones, trabaja mediante un análisis tridimensional de los objetos.
El artista se aproxima al arte como un testimonio de lo que significa ser humano, produciendo preguntas que analizan lo que ha acontecido en la historia del Ser Humano, una especie que evolucionó a tal grado de no sólo dominar el planeta, sino como también ha logrado controlar la creación de la vida. Hemos llegado a la cúspide de lo que Darwin denominaría Selección Natural.
Mármol se pregunta: ¿cómo el progreso de las formas hizo evolucionar la tecnología de las herramientas y de ese modo toda una raza? Mediante el uso de tres materiales: el barro, la piedra y el bronce, alude a herramientas distintas de épocas primigenias.
En El fin de una era, la pregunta central aborda el presente, cuestiona nuestro tiempo, fe, ideología e historia. ¿Cómo el ser humano llegó hasta aquí? Chavis Mármol se enfoca en la tensión entre el pensamiento y lo que fabrica, el juego entre la mente y la mano. ¿Cuál es el punto de encuentro entre esos dos caminos? ¿Cómo funciona la proyección de los objetos? ¿Qué elementos son necesarios para que concluya una época histórica?
La mano es la herramienta natural de cuya actividad procede lo artificial, los instrumentos. Suministra, a partir de todos los modos imaginables de su disposición y movimiento, las proto-formas orgánicas según las cuales el hombre ha conformado inconscientemente sus primeras y necesarias herramientas, que inevitablemente funcionaban para mantener la superioridad a través del sometimiento del entorno, el uso del poder.
La producción artística es el resultado y testimonio de la capacidad humana adaptándose y convirtiéndose en la especie dominante.
Es así como Mármol juega con la presentación irónica de un registro e inventario de formas y objetos que hablan de ese poder, pero también de la extensión del dominio de nuestra creación, mostrando ell arte como el resultado de su tiempo, un tiempo en el que los humanos han dominado el paisaje, la luz, la materia y han dado un orden específico al mundo.