Proyecto Comunitario
ASÍ ME VEO
Al principio, pensé que la actividad se realizaría con una cooperativa de pescadores en la
laguna de Zapotalito, pero cuando llegué y comencé a hablar, en sus historias, la palabra
turismo aparecía todo el tiempo; –
¿Dónde están los peces? – No hay peces, ahora todos luchamos por los pocos turistas que
vienen a tomar el bote a Chacahua. – Todo lo que era ya no era; Todo lo que éramos se ha
ido.
Durante el proyecto, pude compartir mis conocimientos sobre fotografía para utilizarla como
medio de comunicación, pero es el intercambio entre lo que podía aportar y las historias,
intereses y necesidades que aportaron Melchor, Vicente, Alfredo, Gilberta, Karma, Hebert,
Antonio y Leonor, lo que creó la esencia del taller, un ejercicio de reflexión sobre su
identidad y su entorno.
Fue maravilloso ir juntos en este proceso, donde hablamos sobre la vida, el pasado y el
presente. Dibujamos las escenas de lo que iban a fotografiar para que, posteriormente,
viajaran por su día a día con la cámara, buscando las fotos que terminaran formando la
historia que querían contar y compartir con su comunidad.
Terminé sorprendido por las historias que cada uno mostró, y entiendo que el proyecto
comunitario es
Un intercambio en el que las ideas originales se transforman a partir de lo que cada uno de
los participantes aporta.
Al principio, pensé que la actividad se realizaría con una cooperativa de pescadores en la
laguna de Zapotalito, pero cuando llegué y comencé a hablar, en sus historias, la palabra
turismo aparecía todo el tiempo; –
¿Dónde están los peces? – No hay peces, ahora todos luchamos por los pocos turistas que
vienen a tomar el bote a Chacahua. – Todo lo que era ya no era; Todo lo que éramos se ha
ido.
Durante el proyecto, pude compartir mis conocimientos sobre fotografía para utilizarla como
medio de comunicación, pero es el intercambio entre lo que podía aportar y las historias,
intereses y necesidades que aportaron Melchor, Vicente, Alfredo, Gilberta, Karma, Hebert,
Antonio y Leonor, lo que creó la esencia del taller, un ejercicio de reflexión sobre su
identidad y su entorno.
Fue maravilloso ir juntos en este proceso, donde hablamos sobre la vida, el pasado y el
presente. Dibujamos las escenas de lo que iban a fotografiar para que, posteriormente,
viajaran por su día a día con la cámara, buscando las fotos que terminaran formando la
historia que querían contar y compartir con su comunidad.
Terminé sorprendido por las historias que cada uno mostró, y entiendo que el proyecto
comunitario es
Un intercambio en el que las ideas originales se transforman a partir de lo que cada uno de
los participantes aporta.
