Uketamo

Reconocida por sus instalaciones escultóricas de gran formato y creaciones en medios mixtos, Adeline de Monseignat (Mónaco, 1987) explora temas de identidad, género, memoria y la condición humana. Uketamo emerge en el paisaje como una escultura al aire libre, una composición de montículos que se elevan sobre una superficie pétrea de reminiscencias lunares. Cada hueco, como un útero que ha dado a luz, insinúa la presencia de una semilla que ahora emprende su propio viaje.

Uketamo, que significa «aceptar humildemente con un corazón abierto», es uno de los cinco pilares del wabi sabi, la filosofía japonesa que inspira a la Fundación Casa Wabi y que propone la aceptación de la belleza en lo imperfecto. Para la artista, la belleza no reside solo en lo abundante, lo fuerte y lo profuso, sino también en lo vacío y lo vulnerable. La obra nos invita a reflexionar sobre la maternidad, en particular, sobre el estado de la madre después del parto, conocido como sango en la cultura japonesa. De Monseignat, a través de su propia experiencia, describe la sensación de vacío y desprendimiento de energía que se experimenta en esta etapa.

El espacio negativo juega un papel fundamental en la instalación. La tensión y la atención se concentran en las cavidades, cada una de las cuales revela un espejo en su base. Este espejo apunta hacia el cielo, simbolizando la autorreflexión, la rendición y la búsqueda de guía en los sistemas de creencias y la espiritualidad. La materialidad de la obra dialoga con la arquitectura del entorno, creando la ilusión de que las formas volcánicas han sido talladas en el suelo de ladrillo o han brotado directamente de él.

Uketamo es una invitación a la introspección, a la aceptación de la vulnerabilidad y a la búsqueda de la belleza en lo inesperado. La obra nos recuerda que el vacío no es ausencia, sino potencial, y que en la quietud y la introspección podemos encontrar la fuerza para seguir adelante.

Curador: Alberto Ríos de la Rosa