Proyecto Comunitario
Todos éramos Animales, éramos Tierra
Realizare en conjunto con niños/adolescentes de la comunidad, una pintura panorámica que tiene como principal tema el mito del paisaje. El objetivo apunta a desarrollar con ellos la construcción del paisaje como escenario de la vida cotidiana, así como de las mitologías personales. La idea principal es pintar cromáticamente en grises, partiendo de la idea del gris como color que devela y oculta otros colores. Es una manera de crear sombras.
En la primera sesión la dinámica consistirá en que los participantes escriban en una hoja de papel, un cuento o un relato que – a consideración personal – se relacione con algún aspecto sobrenatural o extraordinario del lugar. Así mismo, que haya sido parte de la tradición oral de la comunidad. Dependiendo de cada historia se les recomendará enfatizar algún elemento plástico-visual: color, forma, luz etc. Con la finalidad de ocasionar un pensamiento pictórico en el proceso para desarrollar sensibilidad en la contemplación del entorno.
Posteriormente, se hará al azar un intercambio de las historias. Sé invitara a cada uno de los participantes a generar una interpretación del escrito a través de un dibujo o boceto. La idea con esta actividad es que se pueda crear un imaginario personal a través del simbolismo colectivo.
Estos dibujos serán la base para construir la composición de un paisaje en una escuela o en la calle, por medio de la interacción y de la ruptura continua entre la representación estética, la pintura como herramienta y la calle como soporte. De este modo, el paisaje no solamente conforma una idea sobre “lo natural”, también se devela como una realidad construida comunitariamente.
Realizare en conjunto con niños/adolescentes de la comunidad, una pintura panorámica que tiene como principal tema el mito del paisaje. El objetivo apunta a desarrollar con ellos la construcción del paisaje como escenario de la vida cotidiana, así como de las mitologías personales. La idea principal es pintar cromáticamente en grises, partiendo de la idea del gris como color que devela y oculta otros colores. Es una manera de crear sombras.
En la primera sesión la dinámica consistirá en que los participantes escriban en una hoja de papel, un cuento o un relato que – a consideración personal – se relacione con algún aspecto sobrenatural o extraordinario del lugar. Así mismo, que haya sido parte de la tradición oral de la comunidad. Dependiendo de cada historia se les recomendará enfatizar algún elemento plástico-visual: color, forma, luz etc. Con la finalidad de ocasionar un pensamiento pictórico en el proceso para desarrollar sensibilidad en la contemplación del entorno.
Posteriormente, se hará al azar un intercambio de las historias. Sé invitara a cada uno de los participantes a generar una interpretación del escrito a través de un dibujo o boceto. La idea con esta actividad es que se pueda crear un imaginario personal a través del simbolismo colectivo.
Estos dibujos serán la base para construir la composición de un paisaje en una escuela o en la calle, por medio de la interacción y de la ruptura continua entre la representación estética, la pintura como herramienta y la calle como soporte. De este modo, el paisaje no solamente conforma una idea sobre “lo natural”, también se devela como una realidad construida comunitariamente.
